Josefina Durini siempre ha sido una apasionada de la naturaleza y hace unos 15 años, cuando visitó una granja en Barra do Piraí, Río de Janeiro, se dio cuenta de que tenía una misión. Compró esa tierra, que había sido degradada, y recuperó toda la zona de forma natural, devolviendo parte de la Mata Atlántica brasileña.
«Era una granja abandonada y, en aquel momento, no sabía nada de agricultura, pero aprendí sobre la marcha porque quería que volviera a la vida», explica. Comenzó a plantar café, retomando un antiguo cultivo de la región, conocido como el Valle del Café. Poco a poco, empezó a producir un producto de alta calidad y totalmente ecológico en su Granja Agroecológica Alliança. «Hacemos una producción pequeña porque todo es artesanal», dice Josefina, que prefiere contratar a mujeres para la recolección porque son más delicadas. «Son algunos detalles los que hacen que nuestro producto sea diferente».
El chef Onildo Rocha, de los restaurantes Notiê y Abaru, estuvo allí para conocer estos detalles. Estuvo en la finca durante una expedición por la Mata Atlántica para conocer de cerca el trabajo de Josefina, que va más allá del café. También trabaja con búfalas lecheras: fue la primera del estado de Río de Janeiro en hacerlo, y hoy se ha creado un centro de búfalas en la región de Barra do Piraí.
A Onildo le sorprendió el trabajo de Josefina y la riqueza de sus tierras. «Descubrir todos los sabores diversos de la Mata Atlántica no tiene precio», afirma, que ha llevado a su restaurante Notiê la temporada Matas & Mares, inspirada en la Mata Atlántica.